Hola a todos, cómo fue?
Hoy toca visitar un curioso lugar, un "pueblito" escondido en una cueva bajo un gigantesco acantilado. Hay tres opciones para llegar hasta allí: en embarcación, en vehículo por una vertiginosa y estrecha pista o caminando. Si tenéis tiempo yo aconsejo hacer ejercicio. Son cuatro kms de descenso y 650m de desnivel. Esta última opción tiene el inconveniente de que la vuelta es dura, pero el paisaje merece mucho la pena. A la velocidad de los pies da tiempo a disfrutar mejor de las panorámicas.
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Las cenizas del Cumbre Vieja tamizan el camino.
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La vegetación es escasa.
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Sobre todo son cardones y tabaibas.
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Ahora el camino gana pendiente.
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Panorámica vedada a los que no hacen este sendero caminando.
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Por la otra ladera del barranco desciende la pista para los intrépidos conductores.
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Los cardones contemplan el Átlantico.
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Estos acantilados sí que los ven los que llegan motorizados. Los últimos 300 metros (lineales) hasta ellos tienen que descender a pie.
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Ahora se cumplen 100 años desde que se acondicionó el camino de acceso.
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El pequeño pueblo de pescadores es ahora una atracción turística.
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La cueva cobija la aldea de las inclemencias del tiempo, incluido el calor estival.
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Sus "habitantes" sólo acuden los fines de semana o durante las vacaciones. El resto del tiempo por aquí sólo pasean los curiosos guiris, y los godos.
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La luz que entra por la entrada de la cueva recuerda la forma de la misma isla.
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Y aquí un video por si os habéis "quedao" con ganas de más.
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Salu2 ;-)
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